OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
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Hacer del niño o adolescente en situación vulnerable una persona sana tanto física, mental y espiritualmente, y así poder formar para el mañana hombres responsables, que puedan integrarse al campo laboral como ciudadanos honestos e íntegros y puedan ser agentes de cambio positivo para nuestra sociedad.
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OBJETIVOS ESPECIFICOS
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Ayudar en la prevención de la delincuencia y desadaptación del hombre del mañana, a través de la atención del niño de hoy.
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Favorecer la creación de familias afectivas que brinden atención integral a niños.
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Brindarles techo y calor de hogar.
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Brindarles acceso a la educación, permitiendo su inserción en el sistema educativo del país.
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Brindarles acceso a la salud e higiene, favoreciendo un desarrollo integral saludable.
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Brindarles la oportunidad de vivir en un entorno con protección y afecto.
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Brindarles una alimentación adecuada.
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Prevenir situaciones de maltrato y/o indignidad.
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Posibilitar y favorecer la participación de los niños y su entorno en su propio desarrollo personal.
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EL GRAN MANDAMIENTO
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Como seres humanos e hijos de Dios tenemos mucho que dar y compartir. Dios nos manda a que le tendamos la mano al necesitado, a compartir nuestro pan con el hambriento y a cubrir al desnudo. Sin embargo, a veces nos olvidamos de estos mandamientos y nos dedicamos a vivir pensando solo en nosotros; nos dejamos llevar por los afanes de la vida y se nos olvida que todo lo que obtengamos aquí en la tierra es temporal y nada nos podremos llevar, solo nos llevaremos las satisfacciones que nos dejó el deber cumplido. No olvidemos lo que realmente tiene valor.
Qué bueno es aprender a compartir lo mucho o lo poco que tengamos y entender que esto es el todo de la vida; y que cuando procedemos de esta manera ella se torna más agradable porque hallamos su verdadero sentido. Recordemos que estamos aquí de paso y que un día tendremos que darle cuenta a Dios por lo que hicimos con la vida que nos regaló.
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Recordemos también el mandamiento de Jesús: “Amar al prójimo como a nosotros mismos”. (Mateo 22:39).
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¿Estamos cumpliendo con este gran mandamiento?
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